Expediente Warren: El caso Enfield(James Wan,2016)



Uno de los grandes éxitos del cine de terror de los últimos años fue una película de bajo presupuesto que se fue alargando hacia una saga que a cada película que pasaba era peor. Hablamos de Saw y de lo que significó para el género de terror, o lo que muchos llamaron torture porn. La primera fue dirigida por James Wan que fue puliendo más su estilo a la hora de rodar terror y aunque algunas de sus películas fueron denostadas injustamente(silencio desde el mal) Hasta que llegó insidious  y ese terror más clásico se fue apoderando del cine de su director, junto con su secuela que no estuvo a la altura de las circunstancias(aunque era bastante buena) Sin embargo cuando llegó Expediente Warren(traducción ridícula del más sugerente The Conjuring original) el terror hacia acto de presencia hasta niveles altísimos. Y ahora con la segunda parte, podemos decir sin temor a equivocarnos, que es la mejor película de terror de la última década. Bienvenidos a Expediente Warren: El caso Enfield

                                                                       SINOPSIS
Secuela de la exitosa "Expediente Warren" (2013), que lleva de nuevo a la pantalla otro caso real de los expedientes de los renombrados demonólogos Ed y Lorraine Warren. En este caso ambos viajarán al norte de Londres para ayudar a una madre soltera que tiene a su cargo cuatro hijos y que vive sola con ellos en una casa plagada de espíritus malignos.


Desde luego, cuando anunciaron la segunda parte de Expediente Warren, y sabiendo más bien cómo funciona Hollywood, mis temores se encendieron cuando pensaba que iban aprovechar el tirón de la película, para hacer algo más convencional y sobre todo, peor  que la primera. Pero he aquí, que para la segunda parte decidieron mantener a los guionistas de la original y sobre todo a Wan que desde luego es la pieza fundamental de este film. El director venia de dirigir una superproducción como Fast & Furious 7 y la verdad es que volver al género que le dio a conocer le ha venido de perlas. Muchos pueden tachar que este tipo de películas son lentas, pero están totalmente equivocados. Ya que esta segunda parte comienza en la ya conocida casa de Amityville y que funciona como prólogo a lo que vamos a ver después. Estos primeros minutos de película es lo mejor que se ha rodado nunca sobre este caso, y eso que es algo que se despacha en 15 minutos y a tirar con el caso que le da título a la película. Para empezar porque ya nos pone en situación sobre el temible ente que va atormentar durante gran parte de la película a nuestra heroína (la gran Vera Farmiga) y sobre todo porque el tema Amityville lo despacha de una forma elegante para centrarse en la familia que las va a pasar canutas, y con ellos, el espectador. Porque la familia Hodggins no deja de ser un calco de cualquier otra familia que pasa penurias por culpa de la crisis (queda claro en una conversación donde la madre de los niños dice que no pueden pagar el alquiler) así que desde el principio ya tenemos algo con lo que empatizar con ellos. Y desde luego cuando comienza la pesadilla para los protagonistas, lo hace para el espectador, que vera, sobre todo en la primera hora una serie de escenas, a cada cual mejor que la anterior, pero que tiene su culmen en la brutal escena de la niña protagonista oyendo como alguien que no está ahí sube por las escaleras o por(y lo voy a poner en mayúsculas) LA ESCENA donde contemplaremos un brutal momento de terror entre Lorraine Warren y la temible/tenebrosa presencia de ese ente vestido de monja que es absolutamente terrorífico y que a más de uno le puede poner los pelos de punta

Por suerte para todos, cuando pasa esa primera hora de película, tanto Wan como los guionistas deciden darnos unos minutos de descanso (básicamente porque nadie podría aguantar esa tensión toda la película) y lo que para muchos serian problemas de ritmo o algo similar, aquí resulta algo fresco y refrescante porque nos tranquiliza como espectadores y tranquiliza a los protagonistas. Y tiene que ver con la llegada de los Warren a la casa, donde toman la primera muestra de contacto con la familia afectada por los fenómenos paranormales. Gracias a un guion que se molesta en crear unas relaciones amables y afectivas, como se puede ver en la escena en la que la madre de familia le comenta a Ed Warren(un Patrick Wilson, en uno de esos papeles que puede hacer con los ojos cerrados, pero que saca adelante con su habitual carisma) y este decide que, al mal tiempo buena cara y empieza a tocar la guitarra para que los niños estén más cómodos y se olviden un poco de la pesadilla que están viviendo. Todo esto es una calma para prepararnos para el clímax final, muy parecido al de la primera película, con los fenómenos desatados pero aquí con más peligro para su protagonista, ya que sobrevuela sobre su vida un peligro latente que su mujer intenta evitar a toda costa. Y Wan pone toda la carne en el asador en esos últimos 20 minutos, dilatando el tiempo para tenernos con la máxima tensión posible y lo consigue con todas las de la ley


En definitiva, lo que nos queda es una gran película de terror, con unas escenas de quitarse el sombrero a la hora de crear tensión y que nos deja instantes absolutamente memorables y desde ya se puede decir, que Expediente Warren puede codearse perfectamente con las películas más grandes del género y hace palidecer a cualquiera que intente imitar el estilo de James Wan a la hora de crear terror. Peliculón mayúsculo



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