SINOPSIS
Minnesota, 1990. El detective Bruce Kenner (Ethan Hawke) investiga el caso de la joven Angela (Emma Watson), que acusa a su padre, John Gray (David Dencik), de cometer un crimen inconfesable. Cuando John, de forma inesperada y sin recordar lo sucedido, admite su culpa, el reconocido psicólogo Dr. Raines (David Thewlis) se incorpora al caso para ayudarle a revivir sus recuerdos reprimidos. Lo que descubren desenmascara una siniestra conspiración.
Tenía muchas ganas de ver la nueva película de Amenabar, me parece un director fantástico, y salvo Ágora que me parece la mas distante y fría de su filmografia, sus anteriores cuatro películas me parecen fantásticas, un ejemplo de lo que tiene que ser el cine comercial español, entretenimiento adulto sin dejar de lado sus pretensiones comerciales. Y cuando salió el trailer de Regresión, con ese elemento terrorífico de las sectas satánicas con abusos a menores, me parecía interesante y aterrador. Pero las criticas internacionales y su paso sin pena ni gloria por el festival de San Sebastian me había bajado un poco las expectativas, pero empezada la proyección ya estaba convencido de que esta vez la critica había sido injusta con el director chileno. Ojo la película dista mucho de estar a la altura de sus anteriores films, pero sin duda se postula por delante de Ágora y quizá un peldaño por debajo de su opera prima, pero os digo una cosa. Si cada semana se estrenara una película de la calidad de Regresión, todas las semanas iría religiosamente al cine. Y del tema religioso y la obsesión trata este film
Con un protagonismo casi absoluto de Ethan Hawke bien secundado por Emma Watson, la historia empieza con unos abusos sexuales a una menor. La chica le echa la culpa al padre y el padre sin recordar nada de lo que dice su hija, reconoce haber cometido el terrible crimen. Y a partir de ahí Amenabar se nota muy cómodo contando la historia, entretejiendo una sórdida trama con sectas ocultistas de por medio con una atmósfera enrarecida acompañado por el clima de Minessota, que parece que es el mismo estado de animo de sus protagonistas.
Amenabar tiene claro que para contar una historia que se mueve entre el thriller y el terror tiene que crear imágenes que queden en el imaginario colectivo y sin duda son en los flashbacks de las regresiones y en los testimonios de las victimas cuando saca toda su artillería mas potente para crear imágenes oníricas, surrealistas y muy muy tenebrosas. Y lo hace con retazos de aquí y de allí, cogiendo cosas de La semilla del diablo y sobre todo El Exorcista, donde demuestra su gran inteligencia, porque le basta un plano de 2 segundos con la cara pintada de blanco de uno de la secta para inquietarnos.
Ethan Hawke lleva perfectamente el peso del film con su habitual carisma y le secunda muy bien David Thewlis como el psiquiatra que decide utilizar las técnicas de regresión con las victimas para saber la verdad.
La que me ha sorprendido para bien ha sido Emma Watson en un papel bastante complicado pero que ella solventa con mucha competencia.
El único pero que se le puede achacar a la película es que después de tanta tensión a lo largo del relato es que el final no esta a la altura de lo que hemos visto antes pero sigue siendo un cierre coherente con lo que hemos visto a lo largo del film. En definitiva, una buena película que sin duda el gran problema que tiene es que es una buena película que no está a la altura de Amenabar
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