SINOPSIS
Berlín, antes de la caída del muro. Cuando Marc regresa de un viaje encuentra a su esposa Anna cambiada, muy nerviosa y perturbada. Por fin, le confiesa que tiene una aventura y lo abandona. Marc cae en una terrible depresión que lo lleva casi al borde de la locura. Unas semanas después, el detective privado que ha contratado para que siga a su mujer es salvajemente asesinado. La verdad sobre la aventura secreta de Anna se revelará monstruosa.
Os juro que esta no iba a ser la película que iba a reseñar hoy, puesto que tenía otro tipo de películas para ver y celebrar la semana de Halloween, viendo además que esta película según distinto tipo de paginas era de terror pues había que verla. Iluso de mi, no solo me he encontrado un bodrio de proporciones épicas, sino que todo el argumento es un batiburrillo de ideas que no van a ningún lado y que mire las paginas que mire, elevan esto a los limites de la gloria. Podéis pensar que a lo mejor tengo un gusto equivocado a la hora de ver cine, pero la historia de un hombre que vuelve a casa y nota su mujer distante, para descubrir después de que la mujer tiene un amante no es sino el peor cine de autor posible utilizando un elemento sobrenatural para intentar hacerla mas comercial, pero conforme pasan los minutos, veremos que el elemento de terror no es mas que una estupidez y que al final todos hemos picado por gastar las dos horas que dura este sufrimiento. Y es que no hay ninguna escena que escape a la imbecilidad que transcurre por la pantalla con actuaciones absolutamente lamentables por parte de alguno de los actores(ese personaje llamado Henrich, que es el bizarrismo y el ridículo echo persona) o el caótico montaje, que básicamente pudiera decirse que avanza a hachazos y en el que el sentido de la continuidad no existe
Y que nadie piense que tengo algo en contra del cine de autor, pero es que tampoco me gusta que me tomen por idiota. Por poner un ejemplo, hay una escena en un piso, corte y tenemos otra escena que es la imagen que está encima de estas lineas. Hasta ahí no habría problema,y llega una de las escenas más comentadas en las paginas de cine que he visto y es la escena en el túnel de metro, una secuencia larguisima que al principio puede provocar incomodidad pero pasan los minutos, la escena se alarga y acaba con fluidos que muchos interpretan por un aborto y otro por la lucha entre el bien y el mal. Nadie se pone de acuerdo en lo que acaban de ver, pero les gusta porque ahora se lleva eso de decir que te gusta algo que no entiendes por hacerse el modernillo, o a lo que muchos le llaman arte. Podríamos acabar ahí, pero es que otro corte abrupto para llevarnos al mismo piso donde estábamos antes, con los personajes donde los habíamos dejado. Y entonces te preguntas, ¿fue un flashback contado por la mujer? ¿o una alucinación que está teniendo en ese momento? No lo explican, aunque lo que mas me molesta, es que esté perdiendo mi tiempo en intentar descifrar semejante galimatías
Al final, ni siquiera el conocido Sam Neill en uno de sus primeros papeles puede salvar la papeleta con el mordongo de guión que el director puso en sus manos. Solo se puede salvar el diseño de la criatura que aparece a cuenta gotas y que da bastante el pego para los medios de la época. En definitiva, aunque yo siempre hago criticas para que la gente las conozca y dar mi punto de vista, os recomendaría que os alejarais cuanto antes de esta película y también os digo, si conseguís verla de un tirón sin pararla en algún momento, os prometo que seréis inmunes a cualquier otra película que os echen en la cara. VAYA BODRIO AMIGOS, VAYA BODRIO
¿A ti te encantan Shyamalan y los 40 principales, no? Vamos, la realidad y la música hechas arte. Representar la vida va más allá de "La que se avecina".
ResponderEliminarMe gusta shayamalan, pero no los 40 principales. Ante todo, el cine es entretenimiento, y si quieres hacer cine de autor estas en tu derecho. Pero no me vendas una pelicula de esta manera, con un montaje cortado a hachazos y con un final tan what the fuck, que sale de la nada y te deja con cara de tonto
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