Por el año 2008 salió una película
con una campaña viral como pocas veces se había visto. Los tráilers no
desvelaban nada y solo se sabía que una extraña criatura estaba destruyendo
Nueva York como si no hubiera un mañana. Esa película llamada Monstruoso en
España (Cloverfield en Estados Unidos, que se podría traducir como campo de tréboles)
estaba rodada en el cada vez más olvidado found footage, una técnica que
repudian algunos (entre ellos yo) pero que a veces funcionaba para contar una
historia. En Monstruoso funcionaba porque sí que daba la sensación de que
realmente estábamos viendo el fin del mundo. Pero ocho años después, salió de
la nada esta película, de la que nadie sabía nada y que se supone que tiene relación
con aquella película. Yo no voy a desvelar nada, pero sí que puedo deciros que
es una buena película con muchísima tensión y paranoia, con unos buenos intérpretes
y una historia que atrapa desde el inicio
Una joven sufre un accidente de coche. Cuando despierta se encuentra
encerrada en una celda bajo tierra, secuestrada por un hombre extraño
(John Goodman) que dice haberla salvado del día del juicio final. El
excéntrico captor asegura que el exterior es inhabitable por culpa de un
terrible ataque químico, algo que no sabe si creer. Es así como
comienza su pesadilla, en una espiral de desconocimiento. La mente del
criminal es infranqueable, y ella tendrá que intentar analizar a su
enemigo para conseguir sobrevivir.
Desde luego, esta película es una
gran sorpresa que puede pillar desprevenido a más de uno. No solo es
absolutamente coherente con todo lo que ocurre a lo largo del film, sino que
tiene una trama brillante que no te suelta desde que empieza hasta que acaba. Podría
decirse muchas cosas que pudieran contener spoilers, pero voy a intentar no
cometer destripes que pueda perjudicar al espectador. Pero la historia de
nuestra protagonista Michelle, que de repente al tener un accidente de coche,
se ve encerrada en un bunker, contiene muchas más sorpresas de lo que uno podría
esperar. Es una película que aprovecha desde el inicio todos los medios que
tiene a su disposición, empezando por ese bunker que parece que no tiene fin y
del que no puede salir, sino porque el dueño del mismo, un hombre gigantesco (interpretado
por John Goodman) dice que ha habido un ataque químico y que el exterior está
totalmente contaminado. Y a partir de ahí, a tirar millas con una gran interpretación
de Goodman que en un momento puede ser un hombre bastante adorable para acto
seguido volverse sumamente peligroso. Su director sabe explotar eso hábilmente
(y para un tío que hace de esto su opera prima hay que echarle muchos bemoles)
gracias a su director de fotografía que sabe dotarle de ciertos momentos un
aire asfixiante y agobiante a lo que vemos en pantalla. Es una película con
tres intérpretes y los tres están absolutamente perfectos, con una Mary
Elisabeth Winstead que asume con gran valentía su papel de heroína de la película
y con un eficiente John Gallager que nos gana con su simpatía desde el inicio.
Y como decía la tensión del film se produce con cosas tan comunes como la
primera cena entre ellos y como todo el ambiente va cambiando desde una cena
con complicidad a la mayor de las tensiones. Sobre todo porque no sabemos si el
personaje de Goodman está loco o tiene la verdad y solo está velando por su
vida y por la de los demás
Pero esto es una producción de
J.J Abrams y por supuesto, la paranoia y el suspense están a la orden del día. Además
que sabe aprovechar las grandes ideas que puede dar el argumento y si bien,
algunas ideas las deshecha y otras sin embargo se les van de la mano. Es por
eso que después de unos 80 minutos de auténtica tensión, más de uno pueda
sentirse decepcionado por lo que ocurre a continuación, pero no puede decirse
que la decisión no sea increíblemente coherente, con el título de la película y
con lo que hemos visto con anterioridad. Sí que es cierto que podría haberse
tomado otro tipo de conclusión, pero tampoco está mal y no desentona demasiado.
Sí que es cierto, que la película es bastante tramposa dejando preguntas sin
contestar (la mujer del exterior o la chica de la foto) y se producen
situaciones que solo están para avanzar la trama, no porque el argumento lo
necesite, sino para que la protagonista se dé cuenta de cierta cosa para hacer
que la película vuelva a meter la quinta después de unos minutos de
tranquilidad(relativa en todo caso, ya que la escena del juego de mesa deja
bien claro y que la tensión es latente de todas las formas posibles)
En definitiva, nos encontramos
con una excelente película, que tiene todas las virtudes de su productor pero
que decide darle una vuelta de tuerca aportando unos ingredientes de tensión y
paranoia que le queda perfecta. Desde luego no se sabe hasta qué punto tiene
que ver esto con la otra Cloverfield (yo no lo voy a desvelar) pero lo que si
puedo decir, es que aunque muchos les decepcione su final (y a mí me decepcionó,
pero pensándolo después ya no) solo hay que decir que lo piensen un segundo y
se darán cuenta de que todo es bastante coherente. Absolutamente recomendable
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