The Do-Over(Steven Brill,2016)



Hace un tiempo tuvimos en esta santa página, una crítica de una película absolutamente espantosa. Su protagonista, Adam Sandler, ahora ha vuelto a intentarlo con una comedia que busca gozar del reclamo del público como la anterior. Y lo que nos encontramos aquí es una película bastante mejor que la anterior que había estrenado Netflix, sobre todo con un guion en el que Sandler no ha metido mano (y como se nota gente, como se nota) y que se centra en contar una historia, que desde luego no es el cómo de la originalidad, pero se deja ver y tiene alguna que otra escena bastante resultona. Aunque no es una buena película y tampoco lo intenta, sí que es un aceptable entretenimiento. Así que sin más preámbulos, vamos a seguir a estos dos caraduras, bienvenidos a The Do-over

                                                                        SINOPSIS
Max y Charlie son dos viejos amigos cansados de sus mundanas vidas que se reencuentran en una reunión para celebrar los 25 años de su graduación en el instituto, y deciden dar un vuelco a sus vidas para volver a empezar de cero. Su idea: fingir sus muertes y asumir nuevas identidades. 


Tenía ciertas dudas de la calidad de la película, sobre todo por la anterior película precedente, y es verdad que los primeros minutos del film no son nada alentadores. Sobre todo porque tiene una presentación de personajes cien mil veces vista. Como siempre tenemos al mítico perdedor con una familia de mierda, con unos niños que no son suyos y una mujer que no lo quiere nada, mientras que por otro lado tenemos al personaje interpretado por Sandler, que como en sus últimas producciones, no hay nadie más molón que él. Ese tema con el paso de los minutos, se va conteniendo hasta hacer de ese personaje, alguien medianamente normal y con una historia bastante diferente a lo visto en este tipo de comedias. Otro de los puntos fuertes que tiene la película es que ya no está dirigida  ni por ese cáncer que es para el cine de nombre Dennis Dugan o el otro de sus amiguetes llamado Frank Coraci. Aquí tenemos a Steven Brill, director de aquella marcianada de nombre Little Nicky que por lo menos sabe dónde hay que colocar una cámara. Y si bien se nota, que está mucho más cómodo cuando no tiene que rodar escenas de acción (que las hay, pero tampoco demasiadas) sí que sabe cómo controlar el ritmo de la comedia y que algunas escenas que desde luego caen en el mal gusto, no son tan descontroladas como en la anterior película de Sandler. Y con respecto a la historia, hay que decir que conforme pasan los minutos se acaba haciendo cada vez más resultona, con un argumento bastante interesante, y es que si bien al principio cae en el error de no contar nada y simplemente a contar como estos dos amigos se lo pasan bien haciendo gamberradas, conforme fingen su muerte es cuando coge un buen ritmo y no para hasta el final. Y esto se produce gracias a la buena química que tiene David Spade con Sandler y sobre todo al personaje de Paula Patton(desaparecida del panorama cinematográfico, y es una lástima porque tiene carisma como para llevar el peso de las películas) Entre ellos tres consiguen que sea una película amena y sea más entretenida conforme pasan los minutos

Sobre todo se agradece esos puntuales momentos de acción, que si bien no están especialmente bien resueltos, sí que son bastante dignos para una producción de esta magnitud. Porque hablamos de una película que no arriesga en nada, ya que se limita a seguir los patrones de la comedia actual. En este caso, el hacer chistes recurrentes sobre miembros masculinos, hacer de un personaje un punching ball para hacer reír al respetable, además de introducir un nuevo concepto de sicario estrambótico, ya que tenemos a un asesino que se encarga de matar a personajes que pululan por el film, pero después comprobamos que es un auténtico idiota y su peculiaridad es hacer un montón de maniobras gimnastas para darle menos verosimilitud al asunto. Los guionistas curtidos en diversas comedias sin demasiado éxito, sí que saben montar una trama interesante cuando la película ha puesto la quinta marcha y no baja el acelerador. Porque el hecho de que unos doctores estén procurando una lucha contra el cáncer y todo lo que deriva de ahí, podría decirse que tiene un poco de crítica hacia los profesionales de las farmacéuticas y sus métodos para sacer beneficios de los medicamentos. Es algo mínimamente maduro, en una producción de estas características, que se nota como algo nuevo y que hace que esto no sea una película más de Sandler



Al final lo que nos queda es una película bastante decente, una comedia que no escatima en momentos de muy mal gusto, pero que sin duda lo compensa con una historia que es lo bastante interesante como para tenernos entretenidos durante casi las dos horas que dura la película. Quizá no es una buena película, pero sí que podemos hablar de la mejor producción de Sandler en años, y eso siempre es una buena noticia


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